Villas Arcon, contacto con la naturaleza

*Entre la localidad El Farallón y Laguna Verde, un lugar de contacto directo con la naturaleza y con acceso a la playa Villa Rica

Juan David Castilla

Actopan, Ver.- Las ardillas corren y saltan entre las azoteas mientras las aves ambientan el lugar con su canto inigualable. Dos palapas de palma cubren del intenso sol a los turistas a una temperatura ambiente que supera los 35ºC. A unos metros, niñas y niños chapotean y se mojan unas a otros, para saciar su calor en limpias albercas que son cloradas todos los días para la seguridad de sus visitantes.

Son las cinco de la tarde. El viento costero sopla fuertemente y refresca, mientras algunas personas aprovechan los últimos rayos solares para un bronceado perfecto sobre los camastros que fueron colocados a un lado del chapoteadero que, si madres y padres deciden acompañar a sus hijos en el agua, pueden disfrutar de una pool bar: una barra al interior de la alberca donde se ofertan cócteles, bebidas exóticas, cerveza, micheladas, cheladas y alimentos de fácil preparación.

El hotel Villas Arcon, administrado por la empresa OYO, da la bienvenida entre palmeras que miden más de seis metros de altura, ofreciendo un espacio campestre, en contacto directo con la naturaleza y con acceso a la playa Villa Rica, ubicada en el municipio de Actopan, entre la localidad El Farallón y Laguna Verde.

Al lugar se llega por la carretera federal Cardel-Nautla, mejor conocida como Costera del Golfo. El acceso está muy cerca del poblado El Viejón y, desde ese punto, debe transitarse un camino de más de dos kilómetros, donde los árboles forman una especie de túnel con su sombra y la vista es satisfactoria.

Las confortables habitaciones están entre mameyes, árboles frutales que pertenecen a la familia de las Clusiaceae, son de clima tropical y dan un fruto en forma de baya con cáscara color café y carne color naranja que posee un sabor dulce y agradable.

Después de caminar unos 30 metros, desde la entrada principal, se encuentra la primera piscina junto a unas ocho villas. El agua está limpia y la profundidad es mínima; viable para niñas y niños pequeños en un costado y para adolescentes en el otro, donde no se supera el metro con 30 centímetros.

Enfrente está “La Conchita”, nombre que lleva el restaurante del hotel, donde la sazón de los platillos conquista paladares y deja un buen sabor en cualquiera. La especialidad es la mojarra frita, al mojo de ajo, enchipotlada y en otras presentaciones. También hay camarones al gusto, antojitos y los desayunos continentales, mismos que son cortesía e incluyen café y fruta.

Por las noches, se preparan ricas hamburguesas que llevan un buen trozo de carne de res preparada con especias, de manera casera, acompañada de vegetales como lechuga, tomate y aguacate. Además, hay tacos al pastor, que son preparados de manera única por los chefs: carne de cerdo sazonada con salsas y acompañada de pequeños trozos de piña, que hacen una combinación perfecta.

En la tarde noche de viernes, dependiendo la temporada, hay promociones de dos por uno en tragos exóticos que son elaborados únicamente en el lugar. Se trata de una especie de raspado que lleva mezcal y extracto de frutas. Hay sabor durazno, mango, fresa, tamarindo y limón.

Estás bebidas son entregadas a los clientes al interior de las albercas del hotel, para brindar una mayor sensación de frescura, ante las altas temperaturas, sobre todo durante esta primavera en dicho municipio, donde se han superado los 37ºC este año.

Las habitaciones son cómodas, limpias y tranquilas, de unos cuatro metros de ancho por seis de largo. Cuentan con wifi, clima, agua caliente, ropero espacioso y una mesa de un metro de diámetro para degustar cualquier alimento. La mayoría de los cuartos rodean a las piscinas y están muy cerca del restaurante, donde se preparan alimentos de ocho de la mañana a nueve y media de la noche.

 

 

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